¿Cómo será el mundo laboral que dibujan las industrias creativas digitales?

La nueva visión de las industrias creativas digitales anticipa el futuro del mundo laboral.

La economía creativa influye en una nueva estructura en las relaciones  y ética laborales, más flexible, dinámica y horizontal.

Por Xavier Ferrer i Serra, Director de Creabinars.org

www.linkedin.com/in/xavier-ferrer-i-serra

Las industrias creativas y culturales de base digital son física y metafísica a la vez, engendran productos y construyen símbolos, se consumen como mentefacturas y dibujan la arquitectura  de nuestro ser social.

Deberíamos pensar en estas industrias, especialmente en las miles de pequeñas y microempresas que se sitúan a la vanguardia de la creatividad, como agentes determinantes no sólo por la producción económica innovadora que generan, sino, por que son precursoras de todo un nuevo orden social y económico  con consecuencias en el conjunto entero, afectando de un modo u otro a  la forma en que se organizan los negocios, se estructura la nueva educación  , se mide el valor de los bienes , se articula la vida laboral y se planean las ciudades en las que vivimos.

A diferencia de la mayoría de los recursos en una economía petróleo-dependiente y no circular, que se agotan cuando se usan, estas industrias basadas en la información y el conocimiento crecen exponencialmente cuando son aplicadas y sus efectos se transmiten a todo el ecosistema.

Una nueva ética.

Las consecuencias filosóficas de la práctica de modelos de industrias basados en la idea de comunidad, ha hecho emerger ,  una nueva ética del trabajo que afecta a las relaciones que aplican sus practicantes entre sí, lo que los académicos han denominado “Ética hacker”.  Frente a la ética protestante motivada primeramente por el dinero y por el control de la información, el valor lo otorga ahora  el  deseo de crear algo que la comunidad formada por nuestros iguales considere valioso.

Steven Levy, principios de la ética hacker

“los hackers son personas que se dedican a programar de forma entusiasta y creen que poner en común la información constituye un extraordinario bien, y que además para ellos es un deber de naturaleza ética compartir su competencia y pericia elaborando software gratuito y facilitando el acceso a la información y a los recursos de computación siempre que ello sea posible .     

 

Diccionario hacker ” Jargon File”

Junto a los ” hackers” , los “makers” son otra de las tribus que han emergido al calor de los cambios tecnológicos,  innovación de abajo a arriba, descentralizada y horizontal, ejercida por una legión de aficionados-emprendedores, que utilizan las técnicas de fabricación digital para fabricar en código abierto.

Como los “hackers”, los “makers” comparten sus invenciones, reciben comentarios y sugerencias  de su comunidad, ayuda en la detección de errores y en la comercialización.

En la actualidad, estos inventores cada vez comparten mas sus innovaciones públicamente sin la protección de una patente,  en modalides que van desde el código abierto hasta las diferentes licencias que bajo el concepto “Creative Commons” se configuran.  La recompensa no viene de la mano de la explotación directa de la invención sino del incremento del “capital social”, una combinación de atención y reputación (el buen nombre) que se puede utilizar en el futuro para favorecer los intereses del inventor.

makers usando técnicas de fabricación 3D para hacer mascarillas, fuente: RTVE

https://www.rtve.es/noticias/20200326/makers-superheroes-3d-contra-coronavirus/2010819.shtml

Lo que está claro es que las técnicas de fabricación digital sirven para automatizar lo que solía requerir una montaña de trabajo humano y unos carísimos equipamientos y herramientas. Ya no se requieren altas inversiones iniciales y se minimizan los errores que conducen a almacenes de existencias invendibles. El fracaso digital puede ser celebrado, pues el coste inicial es relativamente bajo, a diferencia del mundo tradicional de la fabricación donde el fallo implica la ruina.

El Movimiento Maker comparte tres características, todas ellas transformadoras:

1. Gente que usa en casa herramientas digitales para diseñar nuevos productos y hacer de ellos prototipos.

2. Una norma cultural para compartir esos diseños y colaborar con otros en comunidades en línea.

3. Uso de estándares, para permitir que todo el mundo, si lo desea, pueda enviar sus diseños a servicios comerciales de fabricación (como MFG.com o Alibaba.com) para que los produzcan en el número que sea, con la misma facilidad que tienen ellos para fabricarlos en sus ordenadores de sobremesa. Esto acorta radicalmente el camino que va desde la idea al espíritu empresarial, igual que hizo internet con el software, la información y los contenidos.

La Comunidad medida de todas las cosas

Trabajar en comunidad, fuente: Creabinars

De esta nueva morfología de relaciones , además surge un nuevo modelo de organizaciones emergentes: las comunidades. Con diferencias que  son abismales respecto a las viejas estructuras del capitalismo industrial , las empresas están repletas de burocracia vertical, procedimientos y procesos de control permanente. Las comunidades, por su parte, se forman en torno a intereses y necesidades compartidos, y no tienen más procesos que los que ellas mismas requieren.

La comunidad existe para el proyecto, no para apoyar a la empresa en la que reside el proyecto.

El efecto de esta nuevo ecosistema, no se ha hecho esperar y como dice Philip Evans socio principal del Boston Consulting group “Así pues,  comunidades, industrias artesanales, diletantes, equipos auto organizados, aficionados y pluriempleados que han florecido gracias a inmensas plataformas creadas por Google y empresas similares pueden hoy competir contra profesionales de organizaciones tradicionales. La empresa típica se ve, en consecuencia, amenazada”.

Philip Evans, Boston Consulting Group

La empresa típica por consecuencia, siente amenazas por dos frentes, por enjambres de individuos y pequeños grupos con capacidad de innovar, adaptar y experimentar a un coste menor, por otro, por organizaciones que tienen una escala y un nivel de experiencia que las sobrepasan. Es posible que una empresa típica sea a la vez demasiado grande y demasiado pequeña.

Pero por otro lado, el que se refiere a las condiciones laborales, es cierto que las plataformas de trabajo digitales proporcionan nuevas fuentes de ingresos a muchos trabajadores en diferentes partes del mundo, sin embargo la naturaleza dispersa del trabajo a través de las diversas jurisdicciones nacionales ,dificulta la vigilancia del cumplimiento de las normas aplicables las leyes laborales. El trabajo es a veces mal pagado, a menudo por debajo de lo se establece como  salarios mínimos y no existen mecanismos oficiales para abordar ese trato injusto .

Como se espera  que esta forma de trabajo se amplíe en el en el futuro, la OIT recomienda el desarrollo de una gobernanza internacional que establece y requiere plataformas (y sus clientes) a respetar ciertos derechos y protecciones mínimas.


Para saber más:

Himanen P. 2004. La ética del hacker y el espíritu de la era de la información.Destino

Anderson C. 2012. Makers, The new industrial Revolution. Crown Bussiness

Evans P. 2020,  Reinventar la empresa en la era digital. BBVA Open Mind

International Labour Organization.2019. Work for a brighter future.

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